Durante el año 2014 se promulgó por primera vez el Día Nacional del Medio Ambiente. Una fecha que tiene por objetivo crear conciencia sobre la importancia del resguardo del medio ambiente y proponer ideas de cómo contribuir al desarrollo sustentable del país.
Chile, a lo largo de todo su territorio, cuenta con características geográficas que le permite tener una rica biodiversidad y distintos tipos de clima que favorecen el surgimiento de especies únicas que se desarrollan en diversos ecosistemas.
Sin embargo, el medio ambiente en Chile se ve afectado por el calentamiento global, un fenómeno evidente y distinguible de la variabilidad natural que tiene el clima, en el cual el aporte del hombre es fundamental y que trae consigo distintos cambios en la atmósfera terrestre, afectando a los sistemas en la biosfera terrestre.
El país se considera altamente vulnerable frente al fenómeno de cambio climático, ya que cuenta con áreas de borde costero de baja altura, áreas áridas, semiáridas y de bosques, susceptibilidad a desastres naturales, áreas propensas a sequía y desertificación, zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica y ecosistemas montañosos como las cordilleras de la Costa y de los Andes. A lo anterior, se le suma la fuerte dependencia que tienen las principales actividades socioeconómicas del país al clima, principalmente de la disponibilidad hídrica.
Dia Nacional del Medio Ambiente
Actualmente, nuestro país se encuentra suscrito a acuerdos internacionales dentro de los cuales ha forjado sus compromisos en reducir sus emisiones a nivel nacional, tomando distintas estrategias a distintos niveles para poder cumplir y contribuir a una disminución de las Gases de Efecto Invernadero (GEI) a nivel mundial. A pesar de esto, muchos de estos esfuerzos no siempre tienen efectividad a nivel local y vemos distintos casos de contaminación en el país que aún no han sido resueltos.
Prioridades Ambientales
La última época el medio ambiente vive un constante estrés en diferentes áreas, que aumentan su deterioro y que exigen medidas a corto plazo para revertir esta situación. El siguiente listado elaborado por Greenpeace establece cuatro de estas principales urgencias.
Crisis hídrica y defensa del agua: Nuestro país acaba de pasar por uno de los inviernos más lluviosos de los últimos años, pero nada garantiza que esa agua sea gestionada para asegurar suministro. ¿La razón? El modelo de gestión de aguas. “Este sistema existe hace 30 años y, entre otras cosas, les otorga a privados derechos de agua para su explotación, acaparando los recursos hídricos, en desmedro de la priorización de los usos vitales del agua”, afirma Silvana Espinosa, vocera de la organización.
Protección de los océanos: Hace algunas semanas Chile firmó el Tratado sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales (llamado BBNJ, por sus siglas en inglés), que busca fortalecer la gobernanza de los océanos y permite la creación de santuarios marinos que permitan cumplir con la meta de proteger el 30% de los océanos al 2030. El llamado de Greenpeace es que el congreso priorice esta ratificación.
Reducir el consumo y frenar el desperdicio de plástico: El plástico es un material muy invasivo para el medio ambiente y lo contamina de diversas formas: con los residuos que llegan a los océanos, interfiere en la fauna y se descompone en microplásticos que incluso afectan la salud humana. En esta materia nuestro país ha ido avanzando con la prohibición de la producción bolsas plásticas y de los plásticos de un sólo uso, “pero aún tenemos mucho camino por recorrer”, dice Espinosa.
Detener los desastres socio naturales: En contexto de cambio climático, la ocurrencia de fenómenos meteorológicos extremos puede aumentar y derivar en desastres que no son naturales, “porque son producidos por decisiones que se toman en los territorios”, dice Silvana Espinosa. Algunas de estas decisiones son la de iniciar actividades productivas sin considerar las variantes ambientales, “como fue el caso de las inundaciones que sufrió la Celulosa Arauco este año por la subida del río Mataquito en la ciudad de Licantén (Región del Maule), que también afectó a la población del lugar. Esto demuestra que la instalación de actividades industriales no se hace cargo de los contextos ambientales en los que se desarrolla”, afirma la representante de Greenpeace.
“Otro caso emblemático es el de Reñaca y Zapallar, donde la presión generada por los edificios instalados sobre las dunas provocó socavones, generando el deslizamiento de material y produciendo inestabilidad del terreno, con las consecuencias que todos vimos”, afirma Espinosa.
Con foco en la sostenibilidad se realizó nueva versión de Corfo Conecta región de Coquimbo